Historia de Sully

18.12.2020

Las adversidades de la vida no impidieron que Sully encontrara un hogar que le diera todo el amor que merece.

Sully, por entonces era conocida como Bunnyfacia, fue encontrado por una niña y junto a su madre le dieron acogida por 24 horas mientras se ponían en contacto con la Asociación Corazones Olvidados de Granada.

Cuando lo vió por primera vez, a su mamá temporal se le partió el corazón al verle extremadamente delgado y con sus orejitas llenas de ácaros.

La primera noche no paró de comer ni de beber del hambre que tenía. En ese momento se pensó que era hembra ya que tenía papada y una vez en el veterinario se pudo constatar que era macho y se le llamó Bunnyfacio. Además se le dieron varias dosis para eliminar por completo los ácaros que tenía y se observó que sus patas torcidas que, probablemente, eran el resultado de alguna fractura mal solidificada.

Pesaba algo menos de 1.5 Kg y de hecho seguía adelgazando a pesar de todo lo que comía debido a la avanzada desnutrición que había sufrido. La asociación lo cuidó y se encargó de todas sus necesidades mejorando visiblemente su salud. Después de unos provechosos meses con su familia de acogida, donde ganó peso poco a poco, fue adoptado por su familia definitiva donde lo llamaron Sullivan, Sully.

En la primera revisión con su nueva veterinaria, coincidió con el diagnóstico anterior, que aseguraba que sus patas abiertas se debían a posibles fracturas mal solidificadas de los radios, siendo la peor la patita izquierda. A pesar de todo no ha precisado ningún cuidado especial salvo usar camitas, cojines, mantas, para proporcionarle una amortiguación en las patitas donde se apoya más rato, ya que Sully es un conejo muy especial y le encanta estar tumbado, pero conforme ha ido pasando el tiempo su muñoncito de la pata izquierda (más precisamente su uña) se ha infectado de forma repetida, padecimiento que su familia trató de solucionar con cremas antibióticas. Justamente este ha sido el motivo por el que requiere ser operado para quitar la uña y evitar infecciones que pueden derivar en algo más grave si se perpetúan.

Hablar con Conejos Discapacitados fue fundamental para que su familia busque alguna herramienta que ayude a su bunny a andar por la casa, pero con seguridad. Por ello adquirieron unos escalones para subir y bajar de la cama o sillón, que ha aprendido a usar rápido y le ayudan mucho.

Actualmente Sully pesa 3 Kilos, sigue tumbándose y durmiendo en sus camitas. Cuando se pone a correr, debido a su dificultad para apoyarse no puede hacerlo como los otros conejos, pero eso no quita que salte de felicidad, se deje tomar en brazos e incluso de besitos. También le encanta subirse al sofá o a la cama, y sobretodo, le encantan los mimos que desde luego, no le faltan.

Su mamineja está muy agradecida con Conejos Discapacitados y la Asociación Corazones Olvidados de Granada por su gran labor, ya que por estas organizaciones tiene más confianza para enfrentar posibles amputaciones que pueda requerir su regalón a futuro.

A noviembre de este año, Sully fue sometido a una cirugía para extirpar uno de sus dedos que le provocaba problemas y dolor al caminar. Ahora se encuentra sano y muy mimoso. Su recuperación ha sido exitosa y su mamineja sigue buscando la forma de mejorar cada día su calidad de vida. Esta vez intentará con unos dedos de silicona (de humano) para no lastimar sus patitas cuando salta y corre.